Según Adriana Zacarías, la coordinadora regional de Eficiencia de Recursos para América Latina y el Caribe de ONU Medio Ambiente, la economía circular se trata de “inspirarnos en la naturaleza en donde no existe el concepto de desperdicio. Todo lo que la naturaleza genera es un insumo o alimento para otro organismo. Pensemos en el bosque, las hojas de un árbol se convierten en abono para la tierra; un animal muerto, llega otro y lo come. Todo es un flujo cerrado en lo que todo fluye”.
En tal sentido, la economía circular se basa en la idea de la retroalimentación propia de los ciclos naturales, y tiene como objetivo el eficiente aprovechamiento de los productos, materiales y recursos, la reducción de los desperdicios y la disminución de la huella ecológica. Además, lleva implícita: