A esos cinco principios hay que sumar acciones para la erradicación de desperdicios de alimentos.
Paradojas de la vida, mientras millones de personas pasan hambre en el mundo, existen otros millones de personas más que compran en exceso alimentos para tirarlos a la basura, una cuestión que más allá de su connotación ética, moral e injusta, provoca severos daños en materia ambiental.
De acuerdo al director de la iniciativa Too Good To Go España, el desperdicio de alimentos produce hasta un 10% de las emisiones de gases contaminantes, además ha destacado que de las 1.600 millones de toneladas de comida que se producen al año, unas 51 toneladas de alimentos terminan cada segundo en la basura.
A la hora de tirar algún tipo de alimento a la basura, si no te afecta que millones de personas, hoy en plena crisis sanitaria, faltos de empleo se vean en la necesidad de acudir a bancos de alimentos, puesto que sus gobiernos no les garantizan la seguridad alimentaria, o que en África o en países como Yemen enfrenten a diario drásticas hambrunas que terminan matando a millones de niños, piensa en la cantidad de recursos que se han tenido que invertir para que tengas ese alimento en tus manos, es agua, tierra, energía, trabajo, capital, por lo que antes de desperdiciarlo ten en cuenta primero la posibilidad de donarlo a personas que de verdad lo necesitan.