Bajo este supuesto, aunado a la falta de espacio en las distintas costas como resultado del crecimiento de desarrollos costeros, urbanización, acuicultura y deforestación, los manglares no podrían contrarrestar el aumento del nivel del mar, y por tanto no lograrían expandirse, sino todo lo contrario. Los manglares no podrán desarrollarse verticalmente a través de las tierras bajas costeras y se verán forzados a moverse de una forma natural inversa hacia el interior. Serían condenados a retroceder territorio adentro. Entonces, las posibilidades de sobrevivir serían solo de 3,5%. Es decir, que gran cantidad de manglares y de la fauna que los cobija morirían ahogados.