Esta problemática se ha incrementado en los últimos años, todo esto debido a que esta tala se realiza con el fin de crear espacios adicionales para uso industrial, para la construcción de carreteras y centros urbanos, la extracción de petróleo, la construcción de presas, o con el fin de generar terrenos que posteriormente serán usados en el área agrícola y ganadera, y que, al final, causarán problemas ambientales y de contaminación.
Los árboles juegan un papel determinante en el planeta, sobre todo en la absorción de gases de efecto invernadero, que son los responsables del calentamiento global. Que cada vez existan menos árboles y menos bosques, significa la llegada de más cantidad de gases de efecto invernadero a la atmósfera y con esto el cambio climático.
Y es que, los bosques al cubrir el 31% de la superficie terrestre son los encargados de producir oxígeno vital para todos los seres vivos, así como de regular el clima de las regiones. Al ser afectados por la deforestación, se está causando una cadena de reacciones que perturban directamente al medio ambiente en general.
La extracción de la cobertura vegetal que brindan las plantas en las zonas boscosas, arrebata la oportunidad de bloquear los rayos solares durante el día, repercutiendo en los cambios de temperatura extremos que pueden ser nocivos tanto para las personas como para los animales que hacen vida en estas zonas geográficas o sus adyacencias.