Las labores de mantenimiento para tratar de detener el derrame están en curso pero el carguero japonés se está agrietando.
El primer ministro de Isla Mauricio, confirmó que “las fisuras se han ampliado. – y que – la situación es aún peor”. El navío amenaza con partirse en dos y lanzar al océano otras 2.500 toneladas de petróleo que aún permanecen en sus depósitos.
De todo se está haciendo para evitar que esto pase y la marea negra se expanda. Miles de voluntarios han llegado a Mauricio para prestar apoyo. Utilizan todo cuanto pueden (tela, cáñamo, hojas de caña de azúcar, cabello humano y recipientes) para hacer barreras de contención flotantes y recoger residuos.
Francia ha reconocido la “urgencia de actuar” y ha ofrecido personal militar y material de contención.