Los corales que forman los arrecifes están limitados en su distribución geográfica por su fisiología. Estos, generalmente, crecen en óptimas condiciones a temperaturas del mar que oscilen entre 23° y 29° Celsius (C). Con un rango de salinidad (cantidad de sales disueltas en el agua) entre 32 y 42 partes por mil (ppt). Y, con una claridad apropiada del agua para que penetre la cantidad precisa de luz.
Dadas estas condiciones de supervivencia, los arrecifes coralinos se distribuyen mundialmente en la franja tropical. La región con mayor desarrollo de arrecifes de coral es el Indo-Pacífico, incluyendo el Mar Rojo y la Polinesia.
La Gran Barrera de Coral, es el mayor arrecife de coral del mundo. Está situado en el mar del Coral, frente a la costa de Queensland al noreste de Australia.
El Arrecife Mesoamericano, es el sistema de arrecifes más grande de América y el segundo en el mundo. Abarca, desde las Islas de la Bahía en el norte de Honduras hasta la Península de Yucatán en México, incluidas las costas de Guatemala y Belice.
Y el Arrecife de Florida, es el tercer sistema de barrera de arrecife más grande del mundo. Se encuentra al sur y al oeste de Miami, frente al archipiélago de los Cayos de Florida. Es el único arrecife de coral tropical a lo largo de la costa de América del Norte.
También, se encuentra el Triángulo de Coral, que es un área de 6 millones de km2 que abarca Indonesia, Malasia, Filipinas, Papúa Nueva Guinea, Timor Oriental y las Islas Salomón. Dentro de este vivero de los mares existen el 76% de las especies de coral del mundo.
En el otro extremo, como las regiones con menor desarrollo coralino, están el Atlántico oriental y el Pacífico americano. El Atlántico occidental, en particular el Mar Caribe, ocupa una posición intermedia. En esta última región, las formaciones coralinas se extienden desde las cercanías de Río de Janeiro (Brasil) en el sur hasta un poco al norte de Miami (Florida) y los Coral Gardens (Golfo de México) en el norte; además de algunos arrecifes de poco desarrollo en Bermudas.