Un ecosistema altamente biodiverso, es más resistente a las condiciones cambiantes y a las perturbaciones significativas. La biodiversidad de los arrecifes se puede apreciar claramente por la admiración que inspira, al descubrir las funciones que cumple cada especie en beneficio de su hábitat.
Los peces de colores brillantes, rayados o con patrones excéntricos nadan en los arrecifes de coral y sus alrededores; algunos se dedican a comer diferentes tipos de algas, evitando que los corales sean sofocados por el excesivo crecimiento de estas.
Particularmente, el pez loro se come el arrecife en sí. Raspa el coral para llegar a las pequeñas algas (zooxantelas) que viven dentro del pólipo de coral, luego muelen el esqueleto de coral con su poderosa dentadura y lo defecan como arena. ¿Sabías el origen de la arena blanca en las playas? ¡Ahora sí! Es gracias al pez loro.
Las lombrices y los caracoles marinos también cumplen funciones importantes en el ecosistema de los arrecifes. Los gusanos filtran la materia orgánica en el agua y los sedimentos, mientras que los caracoles tienden a comer algas. Otras criaturas, como las estrellas de plumas y las estrellas de canasta, capturan el plancton de la corriente.