En el Parque Nacional Galápagos, desde hace un tiempo vienen sumando esfuerzos a fin de ayudar a que el rojizo pájaro brujo continúe aleteando en las áreas de esta provincia ecuatoriana.
El personal de esta institución en el marco del programa de recuperación poblacional del ave, ha venido eliminando de su entorno especies vegetales introducidas a las islas con el objetivo de facilitar la alimentación de los pichones en el eslabón del ecosistema.
Científicos y guardaparques también colocan con precisión un larvicida en las bases de los nidos para evitar la proliferación de la especie Philornis downsi, una mosca parasitaria que fue introducida de manera accidental en las islas Galápagos, las cuales se introducen por las fosas nasales de las crías y absorben la sangre, provocándoles la muerte.
A las amenazas que ponen en riesgo la vida de los pájaros brujos se suman los cambios de hábitat, las enfermedades como la viruela aviar, así como los siguientes depredadores: