La meta pasa por enaltecer la importancia del buen uso de este recurso vital, para la erradicación de la pobreza, para impulsar el crecimiento económico, así como mantener sano a nuestro planeta.
Recordemos que actualmente, millones son las personas a escala mundial que a diario deben sortear una serie de obstáculos para poder acceder al suministro no solo de agua potable, sino al líquido simple.
Urgen acciones políticas que permitan democratizar el derecho al agua, al que debería acceder todo el mundo, sin distingo de clase, raza, sexo, etnia, sin distingo de ningún tipo, así como políticas hídricas que garanticen un suministro seguro.