Pero el objetivo se mantiene firme.
“Lia la esperanza” que también ayudó a construir el jardín orgánico de esta favela, destaca que en dicho huerto se puede encontrar una gran variedad de plantas entre las que se encuentran tomillo, albahaca, cúrcuma, lavanda y tres tipos de menta.
Pero ahí no termina todo, el jardín también cuenta con papayas y plantas de banano a los que se suman vibrantes buganvillas moradas y hortensias rosadas.
Hay que destacar que la barriada verde reutiliza todo y se basa en los principios de la permacultura, esa es la enorme diferencia de este lugar que en apariencia es igual a los otros 1.650 barrios marginales que existen en Sao Paulo.
De igual forma los residentes, tras haber resistido un intento de expulsión violento de las autoridades, han construido un circo-teatro, una biblioteca, una cocina comunitaria y un lago donde los niños pueden nadar.
Asimismo, se trabaja en un criadero de peces tilapia que ayudarán a controlar el dengue comiéndose a los mosquitos.
También han desarrollado un sistema para recolectar y reutilizar el agua de lluvia.
La comunidad también ha erigido muros de sacos de arena con el objetivo de protegerse de los deslizamientos de tierra.
Recordemos que los deslizamientos de tierra, son uno de los principales problemas que enfrentan algunos barrios en Brasil, debido a que la mayoría de las favelas se construyen en laderas. Estos fenómenos naturales se cobran la vida de numerosas personas cada año.