Sí, el viento es inagotable, pero también es impredecible e incontrolable. Su velocidad, su potencia y la dirección pueden variar constantemente. Depende mucho de las condiciones climáticas. Esto significa que puede haber momentos en los que pueda no generarse energía eólica solo a partir del viento.
A veces se requiere del apoyo de otras energías renovables, e incluso, de las convencionales, para lograr su efectiva producción.
Por otra parte, cuando los vientos son demasiado fuertes las hélices de los molinos pueden verse afectadas en su funcionamiento, lo que obliga a la desconexión de los circuitos de la red, o al cambio de dirección de las aspas hasta que las condiciones meteorológicas se normalicen.