Consiste en la capacidad de la planta para acumular metales pesados como el cadmio (Cd), el níquel (Ni), el plomo (Pb) o el zinc (Zn), entre otros, en sus partes cosechables (hojas y raíces). Una técnica sencilla de biorremediación para aprovechar esta capacidad de las plantas, consiste en cultivarlas en suelos superficiales contaminados.