En un mundo donde cada vez son más las personas que van ganando conciencia sobre lo que consumen y que se van de a poco preocupando más y más por los daños que se le están causando al medio ambiente en esa hambre voraz de consumir de todo, es importante que vayan surgiendo este tipo de innovaciones, que poco a poco las personas vayan apostando no solo por una alimentación más balanceada, sino también por comidas que además de nutrirnos a nosotros, nutran al planeta, hagan de él un lugar más saludable.
Ya sea alimentos ecológicos, orgánicos, biológicos, sostenibles, no importa cómo se les llame, no importa si la diferencia sea mínima, el llamado siempre es la preservación, al consumo ético, al impulso de iniciativas que generen cosas positivas.
Ojalá que este nuevo modelo de consumo no sea solo visto como un negocio, sino que se le saque el jugo al máximo, que contribuya a crear cada día más conciencia entre las personas a escala mundial, dando paso así a un mundo más sano.