Después de la gran crisis financiera desencadenada en el año 2008, los expertos tratan y tratan con urgencia anticiparse a descubrir qué factores podrían ocasionar otra crisis que genere un daño económico global.
En medio de esa encrucijada surgió el término: cisne negro, para referirse a los eventos raros que tienen un fuerte impacto negativo o catastrófico en la economía mundial, hoy en día el cisne cambia de color.
Arrancando el mes de febrero de este año, el Bank for International Settlements, con sede en el montañoso país europeo, Suiza y conocido como “el banco de los bancos centrales”, publicó el libro “El Cisne Verde”.
El libro consiste en una investigación realizada por destacados economistas, quienes partiendo de la figura del cisne negro y todo lo que implica, decidieron teñir al ave de verde y así referirse a una crisis financiera que podría estar a la vuelta de la esquina, siendo la causa principal: el cambio climático.
En una entrevista dada a BBC Mundo, el Director General Adjunto del Bank for International Settlements, Luiz Pereira da Silva destacaba que los cisnes verdes consisten en eventos meteorológicos con un efecto perturbador desde el punto de vista financiero.
Según los expertos, fenómenos meteorológicos extremos, como los incendios que se repiten una y otra vez en Australia, así como los huracanes que constantemente acechan las costas de El Caribe han aumentado su frecuencia y magnitud, provocando grandes costos financieros, en donde la naturaleza se impone.
En todo el globo terráqueo, nadie está exento ante el malestar de la naturaleza.