Son mujeres que han luchado contra todo: violencia sexual, abandono, maltrato, exclusión social y ahora, contra cazadores ilegales fuertemente armados.
Bautizadas con el nombre de Akashinga, las “valientes” en lengua shona, conforman un cuerpo militar de élite totalmente femenino que lucha contra la caza ilegal en Zimbabue.
El grupo nació en el año 2017 gracias a la iniciativa de Damie Mander, un ex militar australiano que dirige la Fundación Internacional contra la Caza Ilegal (IAPF).
En principio eran unas 36 mujeres, hoy por hoy ya son 160 y se estima que la cifra ascienda a 2000 para el año 2030.
Entrenan cada día. La preparación no es solo física sino mental. Son horas de flexiones, carreras, largas caminatas bajo el sol, ejercicios de lucha cuerpo a cuerpo, con armas de fuego. Hacen prácticas de camuflaje y primeros auxilios, sin dejar a un lado el abordaje de temas de derechos humanos y conservación del medio ambiente.
Por ahora realizan patrullaje en cinco reservas que suman una superficie de 4.000 kilómetros cuadrados, pero el objetivo, según Mander, es el despliegue en 20 reservas.
La alimentación es fundamental. Se basa en el veganismo. ¿Podría ser de otra manera? De no ser así no habría correspondencia entre lo que dicen y lo que hacen.