El asunto es que podemos reciclar papel, cartón, vidrio, metales, aluminio, madera y plásticos. Lo importantes es clasificarlos de manera adecuada y ponerlos por separado. En los últimos años se han dispuesto muchísimos contenedores en gran cantidad de lugares. Es común verlos en parques y establecimientos. Cada material tiene un contenedor esperando por él.
El contenedor verde es para colocar los vidrios. El azul es para el papel y cartón. En el amarillo se deben depositar las latas de aluminio y los envases de plástico. El color naranja está asignado para el reciclaje de residuos orgánicos, mientras que el rojo es para los desechos que pueden ser potencialmente peligrosos, como aerosoles, pilas, pinturas, etc. Si se trata de desechos con restos de residuos orgánicos, el contenedor que se debe usar es el marrón. El gris es para aquellos residuos que no entran en ninguno de los contenedores anteriores.
La comida también se puede reciclar. Sí. Se puede usar como compost o abono. Pero es importante que seamos conscientes de que no todo es reciclable, por eso las dos primeras erres (reducir y reutilizar) son fundamentales cuando de cuidar a nuestro planeta se trata. De hecho, algunos consideran que el mejor desecho es el que no se genera.
Estas 3Rs, Reducir, Reutilizar y Reciclar también son aplicables en el ámbito empresarial. De hecho, es necesario que así sea pues en justamente en él donde se generan los mayores niveles de contaminación.
¿Te parece si aplicamos 2R más? Reflexionar y Reorganizar de manera consciente nuestros hábitos puede ayudarnos a que nuestro planeta sea un lugar más limpio y sostenible.