La ingesta del crudo puede causar en los animales cuadros de intoxicación que desestabilizan sus funciones metabólicas y pueden ocasionarle la muerte.
También incide en el proceso reproductivo, especialmente de las tortugas marinas hembras, quienes buscan las playas para depositar los huevos y tras su eclosión, las crías buscan el mar. Justamente en septiembre comenzó su temporada reproductiva, de modo que este derrame les pone en riesgo de extinción.
De acuerdo con datos del Instituto Brasileño del Medio Ambiente y los Recursos Renovables (Ibama) se ha registrado la muerte de un ave, doce tortugas marinas, y el rescate con vida de 14 quelonios.
Por su parte, el Instituto Verdeluz reportó el deceso de 23 tortugas, dos delfines y un ave como consecuencia del vertido de crudo.