Los microplásticos están presentes en una variedad de productos que usamos a diario, pero no podemos detectarlos por su minúsculo tamaño. Así que, aunque no lo creas, estamos en contacto con ellos siempre.
Estas microscópicas esferas de plásticos, por su carácter abrasivo, se han utilizado para quitar la suciedad de la ropa, de los platos, de los dientes, de la piel, entre tantas otras cosas. Por eso es común, desde la década de los años ochenta, que se empleen en la elaboración de: