Estas sustancias llegan al ambiente en forma de partículas sólidas o vapores. Cuando están en forma de vapores pueden ser degradados en la atmósfera a otros subproductos. Posteriormente son removidas del aire por la lluvia y la nieve y llegan al suelo, la vegetación, a los ríos, lagos y al mar. Una vez depositados en el terreno se adhieren al suelo y a sedimentos de ríos y lagos y desde allí, pueden contaminar a los animales y al hombre.