Avanzar hacia un desarrollo sostenible, afincado sobre energías limpias, nunca será una realidad mientras existan seres humanos que sobreviven en condiciones donde faltan insumos básicos como el agua potable o los alimentos.
El racismo ambiental expone a cientos de personas a injustas condiciones de insalubridad mediante la aplicación de normas y regulaciones selectivas y abusivas.