Para que un empleo se convierta en uno verde, debe ser sostenible, respetuoso del medio ambiente y sus recursos y dotar al talento humano de beneficios que redunden en calidad de vida.
Conservación del agua, construcción y diseño ecológico, energías renovables, reciclaje y manejo de residuos, responsabilidad empresarial, ecoturismo, ecoarquitectura, moda sostenible, y una lista que se extiende, son algunos de los criterios que se usan para caracterizar un empleo verde.