Aunque ya se conocían bacterias que comían plástico, lo importante de este hallazgo es que las recién descubiertas podrían reducir el tiempo de degradación de los plásticos, de tres o nueve meses a cuatro semanas.
Cuando el plástico se convierte en microhojuelas en la tierra, es ingerido por las lombrices, que luego son el alimento de las gallinas y finalmente llegan a los humanos que consumen esas aves. La contaminación con microplásticos, en especial de polietileno de baja densidad (LDPE por sus siglas en inglés), es uno de los grandes problemas en los ecosistemas.
Los experimentos realizados descubrieron que en la tierra, luego de pasar por el intestino de las lombrices, aumentó el decaimiento de polietileno de baja densidad y disminuyó el tamaño del plástico. Un magnifico hallazgo en favor de la remediación natural.