Del mencionado estudio entonces se desprende que las mariposas son unas muy fiables informantes sobre cambio climático y que estudiarlas de cerca es lo más conveniente a fin de trazar medidas de adaptación y conservación.
En el caso concreto de Canadá, la variedad de mariposas alpinas, presente en determinadas regiones del país, ha sido de gran utilidad para medir el estado de degradación del medioambiente en la región de las Rocosas, en la provincia de Alberta.
Los expertos indican además, que el ADN de las mariposas, así como el patrón de sus alas, es muy elocuente. Ellas registran los cambios genéticos que les han permitido adaptarse a un entorno en constante transformación y persistir a lo largo de miles de años. Las montañas de Alberta, Columbia Británica y Yukón son el hogar de más de 40 especies de mariposas alpinas.