En el año 2018, la marca de alta costura Versace anunció que dejaría de manera definitiva el uso de pieles de animales en sus colecciones. La medida también ha sido adoptada por marcas que ofrecen moda vegana, libre de maltrato y a precios accesibles para un público más heterogéneo.
Siempre es una práctica aconsejable leer las etiquetas antes de comprar una prenda. Aunque no son absolutamente transparentes, si contienen lana, pashmina, angora, casimir, añal, pelo de camello y mohair, un pelo especial de las cabras, no deben comprarse.
Hay en el mercado cada vez mayor presencia de tejidos sintéticos que ofrecen cualidades iguales o superiores a fibras hechas con partes de animales. Gore-Tex, Polartec Wind Pro, fabricada con botellas de plástico recicladas, Thermolite, y Thinsulate, son algunas de las marcas de tejidos sintéticos que van poco a poco acaparando al público.
Falta mucho para acabar con el maltrato animal. La industria de la carne, que también provee pieles para la industria del vestido y del calzado, y es una de las principales responsables de la contaminación ambiental, incurre en toda suerte de prácticas de tortura y maltrato de manera sistemática y protegida por grandes grupos de presión.
Solo la consciencia de los consumidores, informados y comprometidos con el consumo ético y respetuoso, puede obligar a las industrias de la carne y los textiles a abandonar el maltrato y la tortura animal que aún pervive en el mundo empresarial.