Más tarde su vocación en defensa del medioambiente tomó más brío cuando en 2018 tuvo la oportunidad de viajar, otra vez junto a su padre, a una cumbre celebrada en Mongolia, denominada Tercera Conferencia Ministerial de Asia para la Reducción de Riesgos de Desastres.
Dice que haber estado ahí, y escuchar de primera mano el testimonio y los conocimientos de tantos líderes medioambientales, le cambió la vida. En ese escenario alzó su voz en nombre de todos los niños que sufren los efectos de un clima horadado. A su regreso a India sentó las bases de Child Movement e inició una serie de actividades para sumar voluntades, sobre todo la de los más pequeños, a la causa de la Tierra.
En la actualidad, Licypriya Kangujam cuenta con un sólido y creciente respaldo entre sus compatriotas y más allá de las fronteras de su natal India. Junto a sus seguidores ha logrado capitalizar miles de voluntades para lograr cambios en las leyes que favorezcan la protección del ambiente.
Sus esfuerzos lograron que los parlamentos de los estados indios de Rajasthan y Gujarat incluyeran el cambio climático como asignatura obligatoria para los estudiantes. Gracias a este hito, India es el primer país de Asia donde el currículo escolar incluye la materia ambiental.
La lucha de Licypriya Kangujam es, sin duda, singular y con matices muy propios que ella destaca y hace valer. Desde distintos escenarios pide que la causa medioambiental de los países más vulnerables, no se diluya en favor de agendas que fomentan los medios de comunicación.