La presencia de lombrices en la tierra es un indicador de la calidad de ese suelo. El humus de lombriz está considerado como un ingrediente de primera calidad de los suelos según la experiencia de productores y agricultores de cultivos orgánicos. Su contribución a una agricultura sana es vital. Son responsables de mejorar la composición de los suelos, son la base de varias cadenas tróficas y contribuyen a la dispersión de las semillas.
Por si fuera poca su contribución medioambiental, estos seres vivos, de apariencia poco agraciada, además trabajan como potentes mezcladores de componentes orgánicos y minerales, son diligentes aceleradores de la descomposición de la materia, poniéndola al servicio de las plantas de manera más expedita. Las lombrices con su trabajo ennoblecen el sustrato para que florezca fuerte la vida.
Un reciente estudio llevado adelante por científicos provenientes desde distintos ámbitos y publicado por la prestigiosa revista Science, concluyó que, por primera vez, se encuentra mayor diversidad y abundancia de estos anélidos en las zonas templadas que en las regiones tropicales.
Tal comportamiento está relacionado con factores medioambientales por lo que los investigadores establecieron que el cambio climático está determinando la distribución y el número de estos seres vivos. En tal sentido es probable que estas variables sigan modificándose en función de la variabilidad de un clima cada vez más afectado por la actividad humana.
La importancia de este trabajo, que no tiene precedentes, consiste en la amplitud de la base de datos que se empleó. Se utilizó la información de casi 7 mil sitios distintos, distribuidos a lo largo y ancho de los 5 continentes, aunque no se incluyó a la Antártida. En la investigación participaron científicos provenientes de 141 países.