El referido estudio afirma que en el año 2019, varios de los bancos más importantes del mundo invirtieron más de $2,6 billones de dólares en actividades íntimamente relacionadas con la destrucción de la naturaleza. Una cantidad de dinero equivalente al PIB de un país como Canadá.
Mientras las organizaciones no gubernamentales comprometidas en la defensa del medio ambiente, junto a los gobiernos, la comunidad científica y los ciudadanos, se encuentran inmersos en tratar de buscar soluciones, otros que aceleran la marcha hacia el colapso medioambiental total.
El informe hace hincapié en la falta de compromiso por parte del sector financiero en la urgente y necesaria tarea de evitar la extinción masiva provocada por el hombre.
Como especie enfrentamos un enorme desafío. Las actividades llevadas a cabo por los seres humanos han provocado profundos impactos negativos en todo el planeta y ha llevado hasta límites insostenibles el consumo y el derroche.
Incluso, algunos científicos hablan de empezar a llamar a este período que vivimos, marcado por la actividad humana, como Antropoceno.