Desde el descubrimiento de los aceites y sus usos, el desarrollo de esta industria ha alcanzado cotas asombrosas, en tecnología y en producción. El aceita vegetal, por ejemplo, es usado en diversos sectores, desde la restauración y la gastronomía, hasta la cosmética y en la producción de energía para automóviles.
La disposición de manera adecuada de los aceites ya usados, tanto en los hogares como en la industria, está considerado un problema medioambiental muy grave, al que aún no se le consigue una solución efectiva. Luego de ser usados, los aceites sufren alteraciones que los convierten en material que debe ser desechado.
Por lo general, los aceites una vez usados son dispuestos de una manera incorrecta, y casi siempre son las cañerías y los sifones de los hogares los lugares por donde son vertidos los aceites, una vez han cumplido su tiempo útil. Esta manera de tirar los aceites usados causa gravísimos problemas en los sistemas de alcantarillado y de contaminación en las fuentes de agua.