La agricultura intensiva es aquella que utiliza los medios de producción de manera exhaustiva para obtener la mayor cantidad de productos en un corto plazo. Esto implica el uso de gran cantidad de energía y grandes cantidades de agua para complicados sistemas de regadío, así como el uso de agroquímicos como los pesticidas y abonos y fertilizantes sintéticos.
A todo eso se le debe sumar que en la modalidad intensiva de la agricultura se cultiva el suelo dos veces por año, lo que supone el uso de maquinaria altamente tecnificada y el uso de agroquímicos que indefectiblemente causarán el empobrecimiento del suelo y la desertificación. Además, la agricultura intensiva, pese a que produce muchísimo alimento, no es capaz de alimentar a todos de manera segura.
Para el año 2050, los seres humanos sobre el planeta superaremos la cifra de 10.000 millones de habitantes. Esa realidad necesariamente repercutirá en la producción de alimentos que deberá aumentar para satisfacer la demanda de calorías de la población ¿Y cómo se logra eso sin afectar el medioambiente, los ecosistemas y la biodiversidad?
Al día de hoy, son muchas las hectáreas de bosques que, junto a su biodiversidad y el CO2 almacenado, han desparecido para darle paso a los cultivos de alimentos y especies maderables. La producción de soya en el Amazonas o el aceite de palma en Indonesia han propiciado la quema de grandes extensiones de selvas y bosques para abrirle paso a los monocultivos.
La Organización de las Naciones Unidas para la Agricultura y la Alimentación (FAO) ha sido muy enfática en advertir de la necesidad de cambiar el paradigma que hasta ahora se tiene en la producción de alimentos. Insisten en que producir los alimentos, de cara a la próxima década, debe tomar en cuenta el cambio climático y el crecimiento de la población.
Avanzar hacia un mundo resiliente y sostenible, donde el objetivo de Hambre Cero, enmarcado en la Agenda 2030 para el Desarrollo Sostenible, que incluye 17 Objetivos de Desarrollo Sostenible (ODS), pasa necesariamente por el abandonando las técnicas de agricultura intensiva, junto a la promoción y al mejoramiento de la agricultura sostenible.