Esto es debido a que el gasto público en agricultura, durante los últimos 10 años, ha permanecido prácticamente igual, si se le compara con el porcentaje que representa la agricultura en el producto interno bruto (PIB) mundial.
También se destaca en el panorama descrito por el organismo de Naciones Unidas, el número de países afectados por la inflación de los precios de los alimentos. Si bien esa cifra disminuyó en el período 2017-2018, más de un cuarto de los países sigue afectado por la volatilidad en el costo de los alimentos.
Por otro lado, el estrés producido por la falta de agua a nivel mundial se mantiene en un porcentaje estable que gira alrededor del 17%, algunas regiones de Asia central y meridional, así como en África septentrional registran porcentajes de hasta 70% de estrés por falta del líquido esencial.
Igualmente el recurso fitogenético también se tomó en cuenta. Si bien los autores del informe destacan que se ha elevado la existencia mundial de variedades y especies para la alimentación y la agricultura, los esfuerzos por asegurar la diversidad de cultivos todavía resultan insuficientes.