Las dolencias ocasionadas por el cambio climático y la reducción de la capa de ozono están debidamente documentadas y expuestas en distintos informes, emanados de entes multilaterales con calificación en materia de salud humana.
El Grupo Intergubernamental de Expertos sobre el Cambio Climático (IPCC) en sus últimos informes, señala que el cambio climático tendrá graves consecuencias en la salud de la población de las zonas tropicales y subtropicales, la que resulta más vulnerable por sus particularidades socioeconómicas y ambientales.
Un estudio llevado a cabo por el Instituto de Física Rosario (IFIR), Santa Fe, Argentina, estableció que el cambio climático aumentaría los casos de cáncer de piel hasta en un 40 por ciento durante los dos próximos siglos. Los científicos participantes en el estudio, basados en estudios hechos en 10 regiones de Estados Unidos, hicieron una proyección de los casos que se pueden esperar para el año 2100 y 2200 de los dos tipos de cáncer de piel más comunes: el espinocelular (CEC) y el basocelular (CBC).
Desde Cuba también se dio a conocer una investigación sobre la influencia del cambio climático en el aumento de varias afecciones dermatológicas. El informe del estudio asegura que el aumento de las temperaturas y la poca humedad, afectarán la salud de las pieles más sensibles como las de los recién nacidos y los adultos mayores. Afirman además que las principales afecciones de la piel son producidas por los rayos UV, cuya fuente principal es el sol. La mayor incidencia de radiaciones UV está relacionada con el empeoramiento de las condiciones atmosféricas y la depauperación de la capa de ozono.
En el año 2016, otra investigación, esta vez elaborada en Estados Unidos daba cuenta de las dolencias relacionadas con el cambio en el comportamiento del clima. El doctor Misha Rosenbach, coautor del estudio, explicó como se ha propagado en países como Canadá la enfermedad de Lyme, producida por las garrapatas. Advirtió además que de aumentar en dos grados la temperatura, el número de afectados con cáncer de piel aumentaría un 10 por ciento.
En Estados Unidos, Europa y Australia el cáncer de piel, en sus distintas variantes, constituye un problema de salud pública.