La organización ambientalista Greenpeace, que ya calificó el hecho como un desastre ecológico, emitió un comunicado donde relata que un grupo de surfistas que practicaba en una popular playa de la región, fue el primero en reportar síntomas de una intoxicación de origen desconocido: ojos secos, visión borrosa, dolor de garganta y náuseas.
Posteriormente se confirmó que no se trataba de una intoxicación común. Una mancha que apareció en el océano, y que cambió el color y el sabor del agua, dio los primeros indicios de que se trataba de algo mucho más grave que una simple intoxicación. Aumentó el número de personas afectadas por mareos y nauseas luego de caminar por la playa.
De igual manera se observó gran cantidad de peces, pulpos, estrellas de mar, erizos, una foca y varios animales muertos en las orillas. Greenpeace también afirma en el comunicado que su personal había detectado varias manchas de origen desconocido en el agua, y que se estaba desplazando hacia el sur de la península de Kamchatka.