No ha cambiado significativamente en cuatro mil millones de años y seguirá siendo así durante otros cinco mil millones de años más, aunque haya ciertas voces que aseguren que está cambiando.
En diversos medios se ha publicado información, muchas veces inexacta, que asegura que el sol ha estado perdiendo sus manchas solares y que ese hecho tiene una incidencia en el clima de la Tierra y que pudiéramos estar a las puertas de una pequeña Edad de Hielo.
Según algunos investigadores esto no es así y tachan de mal intencionadas esas informaciones. Aseguran que el sol tiene una actividad absolutamente normal, que varía y ha variado siempre y que tiene una periodicidad que puede llegar a ser pronosticada.
La superficie del sol exhibe manchas que inclusive pueden ser fotografiadas con cámaras convencionales dotadas de un filtro solar y un teleobjetivo, durante el amanecer o en el ocaso. En dichas zonas la temperatura del sol es menor y el número de manchas puede arrojar luces sobre cuánta energía está manando del astro rey.
Ahora bien, los astrónomos que monitorean la actividad solar han dicho que al 24 de marzo del presente año, el sol había estado 76% de los días, desde el 1 de enero, sin dar muestras de tan siquiera una mancha solar. Y este es el fenómeno que han estado reseñando los sitios de noticias por sus posibles implicaciones sobre el clima del planeta que habitamos.
Por su parte, hay expertos que aseguran que el hecho de que el sol no tenga manchas es un fenómeno totalmente normal y hasta predecible. El sol libera su energía durante ciclos que tienen una duración de 11 años. Durante esos once años años, el máximo cuerpo celeste de nuestra galaxia aumenta y disminuye su actividad.