Cada día son más las empresas que invierten en recursos, tecnológicos y humanos, para adaptar su producción a estándares de mayor calidad, pero con respeto hacia el ser humano, el medioambiente, los recursos y la biodiversidad.
No obstante, el auge que está teniendo la producción sostenible de distintos rubros, alentado quizá solo por un interés económico por parte de las empresas, más que ecológico, se hace necesario aclarar algunos conceptos referidos al tema de la cosmética natural y la cosmética sostenible.
El panorama de la cosmética ecológica todavía es muy cenagoso. Muchos términos y conceptos se utilizan de manera incorrecta, quizá como una manera de captar el interés de los consumidores, lo que conduce a errores a la hora de calificar a un producto como auténticamente natural y sostenible. Algunas empresas afirman ser ecológicas o eco sostenibles solo con un interés de captar la atención de un mercado que cada día va al alza.
No todos los productos naturales son sostenibles, ni todo lo natural es inofensivo o inocuo. No todo lo natural es orgánico o libre de pesticidas. Tampoco lo natural es necesariamente vegano. El mundo de la cosmética natural y sostenible es aún uno muy vasto y está por explorar.