La principal inquietud de los habitantes de Cerdeña tiene que ver con los efectos de las pruebas militares en la salud de la colectividad. En las regiones próximas a las zonas donde se llevan a cabo las pruebas militares se han registrado altas tasas de cáncer, muertes prematuras y malformaciones congénitas.
En una de las aldeas de la isla, en un año, se reportó una estremecedora cifra: uno de cada cuatro bebés nacidos tuvo algún defecto congénito. Todos los lugareños coinciden en que la mayoría de las enfermedades graves y muertes prematuras están vinculadas con la pruebas de armamento. Ese arsenal, dicen, contiene uranio empobrecido, torio y otros materiales radioactivos.