- Los huracanes distribuyen el calor de manera equitativa. Gracias a los huracanes se pueden equilibrar las temperaturas entre el ecuador y los polos de la Tierra. Estos fenómenos son sistemas de baja presión que se forman en la cálida zona tropical del planeta, donde se transfiere el calor, aumentado gracias a la contaminación, desde al agua hacia la atmósfera.
Como son grandes masas de vientos fríos su paso por los océanos hace las veces de sistema de enfriamiento.
Aunque no se ha podido establecer una conexión entre cambio climático y la formación de huracanes, muchos científicos aseguran que a más calor, más intensa es la manifestación.
Según la NASA, Rita y Katrina, dos huracanes formados en las tibias aguas del Golfo de México en 2005, refrescaron la zona 4 grados Celsius tras su paso.
No resultará extraño entonces que a medida que se incrementen las temperaturas, como consecuencia del calentamiento global, los huracanes se hagan más numerosos y violentos.