Frente a las cifras del Catatumbo, Kifuka palidece. En la región venezolana, donde confluyen los deltas de los ríos Catatumbo, Zulia y Bravo, al sur del lago de Maracaibo, caen 250 rayos por kilómetro cuadrado y el insólito número de 1,6 millones de relámpagos cada año.
Gracias a un registro llevado a cabo durante 16 años por la NASA, y las universidades de Maryland y Alabama en EE.UU. y la de Sao Paulo en Brasil, el 2 de mayo de 2016 se pudo establecer que el Catatumbo era, sin lugar a dudas la “verdadera capital” de los relámpagos en la Tierra.
En este fenómeno destaca de manera singular el relámpago inaudible conocido como el “Relámpago del Catatumbo” o “Faro de Maracaibo”. Este destello de luz está caracterizado por su fulgor y su luminosidad y puede ser visto a centenares de kilómetros de distancia. Cada noche, entre 240 y 260 días al año, entre las 7 y las 10 de la noche, lugareños y visitantes pueden disfrutar de sus destellos.